Los pájaros en el oriente
son mensajeros de la luz.
En la continua respiración del valle
los animales han vuelto a serenarse
en sueños
Y las brisas Pasan lentamente.
Alguna trompeta, en ese amanecer,
intentará exhalar la lejania.
Es su sonido
surcando las enigmáticas plantas del verano.
Hasta que se venza esa mirada
y vuelva a caer el manto de la noche
y se entumezca levemente la nostalgia en las sombras.
Por Luis Alberto Spinetta, de Guitarra Negra
lunes, 16 de noviembre de 2009
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