“No hay verdad, hay interpretaciones”. Así lo dijo Nietzsche.
Este pasado fin de semana, me encontré con un aviso de Fox Sports en los diarios de mayor tirada del País, que realmente me generó preocupación.
Quizás no fue intencional y solo respondió a algún publicista descuidado, pero realmente podría generar muchas confusiones.
El aviso refería al partido que tendría la selección Argentina sub 17, con Honduras por el mundial que se disputa en Nigeria. El aviso en realidad no era gran cosa, pero la frase que lo sentenciaba podía llevar, insisto, a muchos desconciertos.
El aviso rezaba, “a los 17 algunos chicos se reciben de bachiller. Y otros de craks.”
“No hay verdad, hay interpretaciones”. Así lo dijo Nietzsche.
Hoy cuando los chicos ven que no se reconoce en demasía a aquellos que estudian y se preparan intelectualmente en la rama que sea. Hoy que todo es competencia por todo, pero por sobre todo por dinero y poder. Hoy donde los valores más altos en sueldos que se conocen tienen que ver con los futbolistas. Hoy donde la figura de la escuela y del estudio está en decadencia, sumado a una deserción escolar altísima por distintos motivos, este tipo de avisos puede ser un riesgo grande para la juventud.
Cualquiera podría pensar que en realidad es una elección que debe tomar sobre su futuro. Cualquiera podría pensar que el mejor resultado de esa elección es ser crack y no bachiller, pero lo que no dijeron en el aviso, es que para ser crack muchos son los que quedan en el camino y cuando quieren retomar es ya tarde.
Me encanta ver a los pibes comiéndose la cancha. Acá y en el exterior. Con la camiseta de algún club, o la de la selección. Pero me gusta también ver como se incentiva a estudiar, a darle continuidad a la vocación. A leer. A hacerse profesional y actualizarse día a día. Los crack pueden hacer mucho, enseñarnos mucho, por algo llegaron a donde están, pero de muchas circunstancias que nos rodean, no nos sacaran ellos. Sino los otros.
En el medio de un debate como el que se dio por el discurso no hace muchas semanas en el Congreso, decir esto, quizás sin mala leche, pero se dijo, se publicó y se reprodujo en muchas cabezas, es peligrosismo. Entre tantas interpretaciones y necesidades, es muy fácil confundirse.
Bernabé Tolosa
martes, 27 de octubre de 2009
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