lunes, 17 de agosto de 2009

Vuelve Capusotto



Este próximo 31 de agosto es la gran fecha, promete nuevos personajes y algunos de los que se hicieron clásicos en poco tiempo.
Mientras tanto, en una entrevista concebida a la revista Miradas al Sur, opino de todo.

– ¿Te parece que desde los grandes medios se promueve esto de no pensar?
–Sí, seguramente. Hay como un repiqueteo, como un martillo que golpetea desde la mañana. Pero eso forma parte también de una posición política que lo reflejó claramente (Eduardo) Buzzi, cuando dijo que “estamos en una política de desgaste”. Lo que pasa es que todo el mundo se olvidó de eso, porque obviamente los medios que más se ven no han recalcado mucho lo que dijo Buzzi, y seguramente al otro día le dijeron “callate la boca”.
–Biolcati dijo algo peor…
–Lo que pasa es que Biolcati ya es obsceno. En esta realidad, él es una persona que puede aparecer y tener la obscenidad de decir “bueno... ahora aparecemos y hacemos política”, como si nunca la hubiesen hecho. “Ya no somos más mansitos”, eso también repercute en la sociedad y muchos dirán “claro, se levantó la Sociedad Rural, ¡muy bien!”, como si la Sociedad Rural hubiera sido algo indefenso tratando de hacer posible algo social. Lo de Biolcati con Grondona, como dos bataclanas del Jockey Club hablando... Es la personificación de lo que en humor serían dos conchetos diciendo “vos viste cómo son los negros...”. ¡Es lo mismo! O Llambías diciendo que reivindicaba a Martínez de Hoz...
– ¿Cómo viviste el resultado de las elecciones?
–Que la derecha gane en Capital no me sorprende, aunque de todas maneras perdió 14 puntos. Y creo que Solanas hace una gran elección pero muchos de los votos de Solanas son volátiles, no son todos de gente progre o de la izquierda peronista que dijeron “¡Ahora, Solanas!”. Después aparecen las construcciones publicitarias, las que te venden un candidato como a un electrodoméstico, como De Narváez. Habrá que ver cómo hará el PJ para pararlo a Cobos porque ahora que volvió al radicalismo, la Unión Cívica Radical volvió con más fuerza... (se ríe de su sarcasmo). Le abrió las puertas al ex traidor Cobos. Una mezcla de culebrón con programa de Polka.
– ¿Qué pensás de Macri, De Narváez y la derecha?
–No sé si Macri y De Narváez son de derecha, tampoco soy tan ingenuo. Un cuadro de derecha es un cuadro de derecha, y podés estar de acuerdo o no. Estos son empresarios que están detrás del negocio, son casi como “buscas”. Pueden escuchar rocanrol y ser vigilantes, porque el roncanrol hoy también está en Disney. Tampoco creo en esa imagen demoníaca de la derecha o que son una especie de Tradición, Familia y Propiedad, será en parte, digamos... Convengamos que también está de moda hacer como que uno es abierto ¿no? Y puede que Macri vea el programa y se cague de risa con Juan Carlos Pelotudo y construye con sus vínculos con la dictadura, o te pone una Policía Metropolitana con Fino Palacios... ¡Es un vigilante!
– ¿Y por qué los votan?
–Y es que aparecen estas voces supuestamente referentes de una sociedad que está sentada comiendo un churrasco y se acuerda de que tiene que votar cuando faltan cuatro meses para votar y piensa “a ver... sí, sí, ya sé que son todos uno soretes, pero yo me quedo con éste”. O el otro que está en todo, escuchó que “la soberbia del kirchnerismo, la soberbia del kirchnerismo...” y lo repite. Aunque en la primera época del kirchnerismo tenía la misma soberbia pero como había reactivación económica no le importaba. Independientemente de los errores en la construcción, hay sectores, que ya conocemos, que están agazapados, que nos quieren hacer creer que en realidad todo esto es producto de la irascibilidad de los Kirchner y ahora salen diciendo “ya no somos más vaquitas mansas...”. Dentro de esto también está la izquierda, que para no dejarle la calle a la derecha, se metió si no adentro a un costadito de la carroza de Biolcati... ¿Por qué no se van a la concha de su madre? ¿Qué querés que te diga? Tengo una pertenencia que viene del peronismo. No soy del kirchnerismo más acérrimo, pero con este gobierno es con el que tengo más puntos de encuentro. Y desde ya, imaginate, si soy crítico con el peronismo, ¿no voy a serlo con Kirchner?
–Dejamos la política. ¿Qué es el humor para vos?
–Es una toma de posición. El humor es transformador, es la desmitificación de lo que consideramos sagrado y está relacionado con lo cotidiano, a ciertas ideas que tenemos formadas. Tiene mucho de no tomarse la vida en serio y tiene mucho también de jugarse a un mundo más interesante. Se construye a través del humor. El humor es jugar a otro mundo que nos divierte más.
– ¿Qué los mantiene en el canal público?
–El programa empezó en cable y fue el canal público el que lo catapultó, y está ahí un poco porque habíamos hecho Todo por 2 pesos y porque conocen a Saborido y porque es un canal que no compite comercialmente. Para nosotros, la discusión no está en si vamos a ganar más plata, más prestigio y más éxito en otro canal. Porque lo más probable sería que ganáramos más plata, sobre el prestigio no lo sé y lo del éxito tampoco. Acá, las decisiones nos corresponden a nosotros, al equipo que hace el programa. El canal no interviene, no opina, no se sienta con vos, ni te dice nada. Algo que no es tan fácil que ocurra en televisión. Es una cuestión de fidelidad, de entereza, que es algo que yo trato de infundir en la vida. Decidimos hacer sólo ocho programas para no agotarnos. Cuando se excede de 15 programas se empieza a trabajar con “la fórmula” y te empezás a agotar.
– ¿Qué te pasa cuando ves Gran Cuñado?
–No lo veo, no me gusta. No es un programa de humor. Esa cosa de mezclar el humor con la realidad de noticiero, para mí es más caricaturesco. Se supone que el humor destroza toda convención social previa a las elecciones. Venga de donde venga. Porque sabe que ahí está la mentira, la estafa. La televisión toda es así; no hay ideología. Lo que sí hay es eficacia, hay negocio. ¿Quién se puede creer que vayan a votar por De Narváez, al ver Gran Cuñado? El que vote a De Narváez por eso, es un idiota.

Fuente: revista Miradas al Sur

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