Estos últimos años han tenido una constante con respecto al puerto local. Siempre es el año donde “explota” la situación, en ese lugar tan caro a la realidad de la ciudad. Cualquier escenario que se de allí, lo siente toda la comunidad. Esto indica el grado de injerencia que marca en nuestra ciudad.
Hay otra cuestión. En los últimos tiempos, siempre son los mismos reclamos, las mismas circunstancias que aquejan al sector. Por lo tanto, cada vez que alguien las recuerda solicitando una solución, es por que la situación está más grave.
El trabajo en negro. Las cooperativas. La falta de recurso y ahora la mano de obra extranjera, son aquellos puntos a resolver, desde hace años.
“Nos sentimos parias en nuestra ciudad. Saben la vergüenza que se siente, teniendo trabajo, tener que venir a pedir algo acá. No somos desocupados, tenemos trabajo y asimismo tenemos que venir a pedir”, dijo un dolido referente de SUPA, al hablar frente a los concejales utilizando la conocida como Banca 25 o Abierta. Para agregar luego que “esto es un problema de todos, son muchos los marplatenses, acá hay un monopolio de empresarios que deciden todo. Nosotros somos esclavos modernos. Trabajamos durante 15 o 20 años en condiciones insalubres, para luego jubilarnos como amas de casa, con todo respeto”.
Todo lo que se agregue, todo lo que se intente asimilar con la realidad, nunca alcanzará para entender la sensación de aquellos trabajadores. Se dirá que hay intereses de por medio, sindicalistas y cuestiones y tiempos políticos. Puede ser también. Pero lo cierto es que a las realidades hay que pasarlas. Y esta no es la mejor época para el puerto local. Y cuando digo puerto, indico a los que ponen horas y sudor allí, desde hace mucho tiempo hasta la actualidad.
Retengo aquello de “somos los esclavos modernos”. No se si quien habló se cruzó con Hegel alguna vez. Pero vale recordar que este último dijo en algún momento que siempre tuvieron que existir los amos y los esclavos, que a partir de allí se iniciaba la historia. También decía que los amos no necesitaban esconderse como los criminales, aunque hoy en día, más de uno anda por ahí oculto, debido a lo que hizo o dejó de hacer.
La historia está iniciada desde hace tiempo, donde además se repite con demasiada frecuencia. El futuro es lo incierto, es lo abierto. Ojala algunos pocos, no lo cierren para los muchos que dan vida al puerto local. Para los muchos que vienen desde hace tiempo, recordándonos lo que se agrava día a día. Ojala no cierren ese futuro, para aquellos que mantienen abierto aun el de Mar del Plata.
Bernabé Tolosa
viernes, 7 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario