La gripe A suspendió las clases y freezó la posibilidad de pedir aumento. Pero pasado el vendaval, los maestros volverán a la carga con el reclamo al gobierno provincial, tal como habían advertido antes que se desatara la pandemia. Podrían hacerlo en la segunda quincena de agosto, una vez que la actividad retome el ritmo habitual. Apuntarían a una mejora en la pirámide salarial a través de una modificación en los índices salariales.
En junio, cuando la campaña electoral era la vedette en los medios, los integrantes del Frente Gremial Docente anunciaron que volverían a pedir aumento en julio para adecuar los salarios a la evolución del costo de vida. Tras la derrota del oficialismo y la llegada de la gripe A, el Gobierno resolvió suspender la actividad por 15 días que, sumados a las vacaciones, completaron un mes sin actividad. Frente al parate, el pedido se volvió impracticable.
Con la vuelta a clases, el contexto cambia. Los gremios se resisten todavía a hablar del reclamo y mucho menos de cifras. Primero esperan a cerrar los acuerdos laborales que quedaron pendientes de junio en el marco de las comisiones técnicas abiertas en la Dirección General de Cultura y Educación.
Entre los puntos pendientes están la modificación del índice para los docentes de jornada completa y doble escolaridad, la situación de los representantes en los Tribunales de Clasificación Centrales y Descentralizados, y el pago del Incentivo Docente para quienes no están frente a alumnos pero desempeñan función docente.
Tras cerrar estos acuerdos paritarios, los gremios que integran el Frente Gremial (Suteba, FEB, UDA, Amet y Sadop) pedirán formalmente la apertura de la comisión técnica del salario. Lo harían en la segunda quincena de agosto.
El último aumento fue otorgado en marzo y llevó el salario mínimo de 1450 a 1550 pesos.
Significó una suba promedio del 9% y una masa salarial de 1.250 millones de pesos para el gobierno. Desde el 1º de julio, los docentes sumaron además una nueva cuota de Incentivo Docente de 55 pesos que paga la Nación, lo que eleva el sueldo mínimo a 1.605 pesos.
Atentos al contexto salarial actual (el salario mínimo fue fijado por Nación en 1.500 pesos a partir de enero de 2010), los gremios apuntarían a reclamar una mejora en la composición del salario antes que pedir un porcentaje. Para esto, buscarían una modificación de los índices escalafonarios para mejorar la pirámide salarial. Una recategorización implica una suba de los básicos de cada categoría e impacta en la antigüedad. Un ejemplo: el índice actual de los maestros de doble jornada es de 1,75, lo que significa que cobran el valor de un sueldo básico más el 75% de otro. Los gremios reclaman que el índice sea 2, para percibir dos salarios. Este reclamo está pendiente desde junio y saldría por paritarias.
El Gobierno ya advirtió que la discusión salarial "está cerrada" por este año. El argumento es que, en lo que va de la gestión, se otorgó más del 52% y que la Provincia no está en condiciones de dar más. Tanto el ministro de Trabajo, Oscar Cuartango, como su par de Economía, Alejandro Arlía, se adelantaron, y aseguraron días atrás que está "descartada" una suba de salarios en el segundo semestre.
Fuente: www.elargentino.com
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