martes, 25 de agosto de 2009

Ideas viejas. Mismos resultados

Insisten con cerrar todos los boliches en la provincia de Buenos Aires a la misma hora y temprano.
Esta medida lo impuso Eduardo Duhalde en su momento y ya no funcionó. Se trajo a debate no hace mucho y quedó en la nada. Ahora insiste el gobernador Daniel Scioli con esta medida.
Siempre me dio la sensación de ser una medida que viene a tapar la ineficiencia del Estado para controlar, por ejemplo, la venta de alcohol, la droga y la realidad de los jóvenes en la provincia.
Que queden en la calle a cierta hora, no garantiza nada. Es más, quizás hasta la empeore. Los jóvenes andarán por allí sin un sistema de transporte acorde, sin medidas de seguridad afines a la realidad de hoy en día y, tomando el fundamento principal del oficialismo, como me dijo alguien “los chicos consiguen y se drogan o toman alcohol, también de día”.

Las prohibiciones nunca funcionaron. Siempre se les encontró la vuelta para evitarlas. Estas medidas ya no funcionaron en la provincia. Es más, los propios padres se quejaban porque no sabían donde andaban vagando sus hijos por ahí, en lugar de estar en un lugar bajo techo con otros de sus pares.

“Esto es un problema mucho más complejo. Tiene que ver con una sociedad que tienen más aristas para analizar. Lo que hay que tener en cuenta es que no hay un solo fundamento y un solo punto donde trabajar”, me confió Adrián Lofiego, referente del área de la Niñez y Juventud del Municipio.
Acá se corre detrás de los problemas, siempre aparece la reacción, inmediatamente de una acción determinada. Pero nunca se conoce el planteo sobre como anticiparse.
No son tiempos fáciles los de hoy en día. La realidad nos pasa por arriba y la calle es una “picadora de carne para los chicos”, como dice un profesor amigo.
Dudo sobre una solución a muy corto plazo. Esto, lamentablemente, lleva muchos años ya de carrera y para revertirlo harán falta ideas y mucho trabajo.

Bernabé Tolosa

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